Hillary Clinton vira a la izquierda y rechaza el acuerdo Transpacífico de Obama

El enfoque de sorpresa que se la he dado a esta decisión de Hillary Cliton me parece ridícula, puesto que para nadie es un secreto su consecuente adhesión a los sindicatos, y a los sectores menos favorecidos. Sería interesante rememorar el artículo Hillary Clinton, el triunfo mejor perdido, que escribí cuando ella, en 2008, perdió la silla de la Casa Blanca. (r.w.)

AFP.- Hillary Clinton ha movido ficha. Superado el amargo verano en que perdió gran parte de su cómoda

Secretary of State Hillary Rodham Clinton listens as she testifies on Capitol Hill in Washington, Wednesday, Jan. 23, 2013, before the Senate Foreign Relations Committee hearing on the deadly September attack on the U.S. diplomatic mission in Benghazi, Libya, that killed Ambassador Chris Stevens and three other Americans. (AP Photo/J. Scott Applewhite)

ventaja, la candidata demócrata ha elegido el acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica liderado por Obama para romper lazos con el presidente e impulsar su debilitada campaña con un deliberado giro a la izquierda. La exsecretaria de Estado intenta ganarse el favor de los sindicatos con un acuerdo comercial que es menos favorable a sectores industriales como el automóvil, en los que las llamadas Union están más arraigadas. Las críticas por decidir tener su servidor personal, castigada en las encuestas, y el auge de su principal rival, el socialista Bernie Sanders, pudiese explicar el cambio de ritmo de quien sigue siendo favorita.

Con muestras abiertas de «preocupación» y con afirmaciones como«no estoy a favor por lo que he podido conocer del acuerdo», Clinton se desmarcó en una entrevista en la cadena PBS del que ha sido recibido como un éxito del presidente norteamericano, a falta de conocer la letra pequeña de las condiciones del acuerdo, un capítulo aún no desvelado. La Administración Obama no oculta su preocupación por el apoyo a quienes todavía pueden tumbar el TTP (en sus siglas en inglés) en el Congreso, algunos en sus propias filas demócratas. El secretario de Prensa de Obama, Josh Earnest, aun midiendo sus palabras, envió un mensaje a Clinton: «Esperamos que mire bien los detalles del acuerdo y llegue a sus propias conclusiones. La Administración daría la bienvenida a su apoyo».

La ruptura de Clinton con el TTP, que ha unido a Estados Unidos, Japón y otros diez países en el mayor acuerdo comercial de la historia, en torno a los mercados asiático y del Pacífico, ha sido recibida con escepticismo en algunos sectores. En su pasado reciente como secretaria de Estado consta su proclamado apoyo a la búsqueda del pacto transpacífico, que la propia Hillary Clinton colideró con Obama con apelativos como «patrón dorado» de los nuevos acuerdos del siglo XXI y el «orgullo de la estrategia de reequilibrio en Asia». La ahora candidata justifica el cambio con el argumento de que «tenía que servir para crear puestos de trabajo y elevar el salario de los americanos, además de garantizar avances para la seguridad del país», algo que para ella el texto pactado no cumple suficientemente.

Para el director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, Larry Sabato, el movimiento de Clinton es «obligado, ya que necesita ganarse a los sindicatos y parte de la izquierda para garantizarse su candidatura».

A sus principales rivales en liza, Sanders y el exgobernador de Maryland Martin O’Malley, este último también más a la izquierda, les ha faltado tiempo pero no ironía para recordar a Clinton su pasado entusiasmo con el TTP. El mejor situado de los dos en los sondeos, Sanders, dice estar «encantado» del cambio de la candidata, pero recuerda que él rechazó el acuerdo «desde el día uno», y asegura que «la gente tendrá que determinar quién tiene credibilidad y quién no».

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