En el Día de la Cultura cubana, mis recuerdos

La mariposa, flor nacional.
La mariposa, flor nacional.

Mirtha González Gutiérrez .- El 20 de octubre es el Día de la Cultura Nacional. Me acuerdo de tantos olvidados, de los que pudieron y no fueron, de los que se fueron por no poder ser, de quienes medran en nombre de la nación de tantos millones de cubanos. Pero la Patria es inasible y múltiple: se escapa de todo aquel que la aprisiona, no reconoce dueños. Ya lo dijo nuestro más ilustre cubano, la patria:

“Es ara y no pedestal”. “Patria es algo más que opresión, algo más que pedazos de terreno sin libertad y sin vida, algo más que derecho de posesión a la fuerza”. “¡No se miente cuando se lleva a la patria en el corazón!”.

bandera cubanaEl 20 de octubre de 1868 se entonó por vez primera nuestro himno nacional y, aunque hayan pasado tantos años desde la primera vez que lo escuchamos, cada vez nos emocionan sus notas. El Himno de Bayamo es el símbolo de la nación cubana, compuesto por Perucho Figueredo en agosto de 1867, aunque no se escribió la letra hasta 1868. Se le llamó originalmente La Bayamesa, pues se compuso y tocó por primera vez en Bayamo, habiendo sido compuesto inspirado por la marcha La Marsellesa, de la Revolución Francesa.

He aquí la letra actual del himno, del cual fueron suprimidas cuatro estrofas:

¡Al combate corred bayameses,

que la Patria os contempla orgullosa;

no temáis una muerte gloriosa,

que morir por la patria, es vivir!

En cadenas vivir, es vivir,

en afrenta y oprobio sumidos.

del clarín escuchad el sonido,

¡a las armas valientes corred!

tocororo
El tocororo, ave nacional.
Cubano como las palmas.
Cubano como las palmas.

Ahora, decir cultura cubana es sentir el aroma de su café recién colado, la frase ocurrente y esa peculiar manera que tenemos de hablar, hacer un cuento de nuestras desdichas y reírnos de nuestros problemas; es el dicharacho, la bondad, ese sentido de la solidaridad único; nuestras comidas, bailes, música, arte, literatura y cine; es el tabaco y el ron; es la vocación de darnos y de ser. Somos depositarios de una ancestral forma de ver la vida y actuar. Jamás renunciemos a lo que nos enorgullece y nos define, como decía Villena en su Hexaedro rosa. Nuestro también es el sentido de la insularidad que nos persigue, se aposenta y vive en cada mínimo acto.

virgen caridad del cobre, pintura de Jorge Bermúdez
Virgen Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
lo afrocubano
Lo afrocubano: Eleggua, estudios de Wifredo Lam.

Si buscamos en Wikipedia, allí se dice: La palabra o vocablo Cuba viene de la lengua Taína: “Cubao” que significa:”Donde la tierra fértil abunda” o “Gran Lugar”. Cuba —oficialmente la República de Cuba— es un país insular del Caribe, asentado en un archipiélago del mar de las Antillas.

Solo puedo decir que en este día, lejos de esa isla de nuestros amores y dolores, pienso en ella; orgullosa y feliz de pertenecer a esa cultura que nos honra y define. Por eso he escrito este poema, que no está a la altura de los que excelsos poetas le han dedicado, pero es mi personal e íntima manera de sentirla en mí:

La isla y el cuerpo

Llevo una isla colgando de la espalda

con el fardo pesado de la ausencia

me moja la camisa de recuerdos

carcome las razones y la vértebra dorsal se me joroba

bajo el peso de tanto y de tan poco.

Tengo una isla sentada en mis dos manos

se agita y crece cada vez que escribo

las letras saltan y forman cordilleras

ríos dueños de saltos que me amansan

palmas y siemprevivas a la sombra

calladas noches de mares y veleros

donde abrevar la luna… sus estrellas.

Una isla-lagarto se ha pegado

en medio de mi frente siempre alerta

y aguanta los embates del minuto

del mercenario reloj de medias horas

que cómplice en mis ojos se revela

como la certidumbre de la espera

y me unge la piel con los caminos.

Esa isla caminante anda mil leguas

anclada en las dos suelas de mis botas

recorre las llanuras y los montes

las planicies rebeldes… los pantanos

que anegan otros pasos desandados

marcados en la arena bajo el agua.

Esta isla creció dentro del pecho

en la otredad del alma

junto al sueño

entre las sístoles y diástoles de urgencia

donde el ojo voraz de la tormenta

en la célula mínima de amor

que rompe los batientes de la orilla

de sangre y carne.

Esta isla asoma a mis pupilas

se deslengua

quiere volverse pájaro y regresa

batiendo alas contra mi ventana

no puede marcharse aunque lo intente

jamás puede alejarse de mi frente

no se sostiene fuera de mi espalda

ni alcanza la salida de este pecho

aunque quiera soltarse de mis manos

que escriben para ella estas palabras:

adonde voy

mi isla me acompaña.

Mirtha González Gutiérrez

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