La maldición de Leonardo DiCaprio

dicapro 2L.M.C. .- Pocos actores han conseguido tantos halagos y tan poco reconocimiento por parte de la Academia. Con «El renacido» lucha por obtener por fin el Oscar que se le resiste.

Leonardo DiCaprio ha sido siempre el eterno niño prodigio. Con 19 años logró su primer gran papel, en «Vida de este chico». Curiosamente, compartiría escenas con Robert de Niro, a quien sucedió en el puesto de actor fetiche de Scorsese. Todo un hito con el que adornar su palmarés, pero no el único en una carrera plagada de grandes películas, éxitos de crítica o de público. Ese mismo año, en 1993, consiguió su primera nominación por «¿A quién ama Gilbert Grape?», donde interpreta al hermano de Johnny Depp, un joven con una discapacidad mental.

Sin embargo, todavía hay quien se mantiene firme a sus encantos. DiCaprio ha seducido a medio mundo, pero los acádemicos americanos se resisten a su embrujo. Se niegan a corresponder con un premio el talento del actor que se hundió con el Titanic. Ni siquiera su Jack, que enamoró a Kate Winslet en la proa de un crucero, consiguió arañar presencia en el antiguo Kodak Theater, a pesar de las once nominaciones que consiguió la película en 1997. De nuevo olvidado.

Entre sus méritos no solo figuran los timos, locos que no lo parecen, odiseas bélicas o conquistadores engalanados. También es uno de los que mejor ha sabido encadenar su papel como ídolo adolescente con el de actor maduro y respetado.

dicaprio 1Compaginaba películas más ligeras como «El hombre de la máscara de hierro» o «La playa» con colaboraciones con grandes directores. Así se ganó un papel en «Atrápame si puedes» (Spielberg) o «Gangs of New York», que sería el comienzo de su idilio con Scorsese. Luego vendrían hasta cuatro películas más y dos nominaciones («El aviador» y «El lobo de Wall Street»). Y Scorsese, tan proclive a dejar de lado al actor del que ya sabe que ha exprimido todo su jugo, repetirá con él en la adaptación cinematográfica de la novela «The Devil in the White City» .

Pero las bromas no dejan de sucederse cuando, en cada temporada de premios, su nombre sigue sin salir del famoso sobre. Pese a cosechar cuatro nominaciones al Oscar en una filmografía que aglutina una treintena de películas, la estatuilla dorada brilla todavía por su ausencia en un abarrotado palmarés.

Los Globos de Oro parecen empeñados en deshacer «el error» de sus grandes hermanos de la Academia, y tras diez candidaturas, ya cuelgan dos de su vitrina, por «El aviador» (2004) y «El lobo de Wall Street»; un premio de consolación para el eterno maldito.

dicapro 3De momento, la maldición de Leonardo DiCaprio continúa. En cambio, su papel en el prometedor tráiler de «El renacido» ya le coloca como un fijo en las quinielas de la 88 edición de los Oscar. Su relación de amor odio con la Academia ha continuado hasta el momento, pero son muchos los que claman por un reconocimiento a su carrera, coherente, madura, todo lo contrario que la imagen tan criticada y mal vista de su vida detrás de las cámaras.

DiCaprio cambia de rumbo y se pone a las órdenes del mexicano Alejandro González Iñárritu, que ya ganó el Oscar la pasada edición con «Birdman», aunque no coniguió alzar a su particular resucitado en la categoría de actor. Quizás, esta sea una buena oportunidad de redención; para Iñárritu, para DiCaprio, para la Academia.

Es, sin duda, un actor competente. Sin embargo, yo todavía no lo he visto desempeñar un papel de esos de verdad merecedores de un óscar; el tipo de cosas que gente como Robert de Niro, Marlon Brando, Dustin Hoffman, etc. han logrado. Es decir, que Leonardo di Caprio ha hecho un buen trabajo con los papeles que le han dado, pero ninguno de esos papeles era merecedor de un óscar, independientemente de su trabajo.

Es tan bueno que si le premiaran dejaría a los demás sin nada y eso no les intesa a la industria del cine que algunas veces premia a mediocres.

Tomado de ABC

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