PABLO NERUDA: la muerte es un misterio

neruda 2El 23 de septiembre de 1973, solo 12 días después del ataque al Palacio de La Moneda y la muerte de Salvador Allende, presidente constitucional de Chile, moría Pablo Neruda en la clínica Santa María de Santiago de Chile. Hacía dos años que había recibido el Premio Nobel de Literatura, que le fuera otorgado en el año 1971 y un día antes de partir a México a exiliarse, donde ya lo esperaban sus amigos y el presidente de esa nación hermana.

Las circunstancias que rodearon su muerte y la versión oficial del régimen de facto de Pinochet no concordó con su certificado de defunción, donde se decía que tenía caquexia, una desnutrición extrema originada en una muy rápida baja de peso que ocasiona una debilidad que impide incluso moverse, según expresó en enero de 2015  Francisco Ugás, secretario ejecutivo del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior chileno cuando anunció formalmente la segunda exhumación de los restos del poeta para hacer nuevos estudios y establecer la verdadera causa de la muerte, por considerar que esa no está aclarada aún.

En noviembre de 2013 un equipo de 11 expertos chilenos y extranjeros había examinado los restosneruda 1 y concluido que la causa de la muerte había sido el cáncer de próstata que padecía Neruda y que las pruebas toxicológicas solo habían evidenciado la existencia de sustancias que se correspondían con medicamentos para tratar esta enfermedad. El Director  del Servicio Médico Legal de Chile y líder de la investigación, Patricio Bustos, dio a conocer los resultados de la investigación con la cual, supuestamente, quedaba cerrado el caso.

Cuando se anunció la nueva investigación en el presente año, la nota del Programa de Derechos Humanos precisó que las nuevas pruebas “permitirán contrastar muestras para análisis de materias inorgánicas y/o metales pesados y, eventualmente, orgánicos no realizados, pudiendo establecer la existencia o inexistencia de algún elemento que no debería encontrarse en un tejido biológico y que pudiera ser directa o indirectamente causa de su muerte”.

Lo cierto es que su muerte sigue generando polémica y más que pensar en la causa de su partida, quiero leer y publicar esos poemas con los que crecimos, nos enamoramos y seguimos enviando mensajes de amor y de esperanza, como los que enviara Neruda cuando los escribió, desde su más temprana y talentosa juventud, o con los que vibramos como su Canto general o su Libro de las preguntas.

Pablo Neruda habita en la isla luminosa de su poesía: incansable, desbordante…eterno.

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