Por Raysa White

juanes-concierto-paz-colombiaHan pasado algunos meses desde que Juanes se rapó su tupida melena –por cierto que el cabello le crece tan veloz como a un simio- y fue a darles un concierto por la paz a los militares colombianos. El lado “oscuro” –y esto, que conste, no tiene insinuación racista – de la izquierda colombiana escupió, zapateó y abucheó al controvertido. “No te queremos; le vas a cantar a los asesinos militares”. Pero Juanes hizo su concierto por la Paz, que lo comenzó –hablando como los locos- en la frontera de Colombia con Venezuela.

Ahora Juanes tiene la osadía de hacerlo nada menos que en la Plaza de la Revolución, en La Habana, y el lado “negro” de la derecha cubana-miamense rompe sus discos, lo abuchea, escupe sobre su camisa negra –a saber, con qué “baajooo” porque Juanes suda más que un caballo.

De veras que este Juanes, definitivamente, es un empecinado. Hay personas así, que aunque saben de música no aceptan tocar en bandas. Y deciden hacer lo que su corazón les inspira. No por lo que me dan los de acá ni por lo que me dan los de allá. A lo cual me adhiero, porque me pongo decididamente del lado de Dios. De los que no somos hipócritas cuando al terminar la misa le damos la mano al hermano que está a nuestro lado y le ofrecemos la paz –sin preguntarle si es partidario de castro, uribe, led zeppelín o los rolling stone.

Hoy, en La Habana, Juanes y sus amigos ofrecen un concierto de paz. Cantarán gratis para un pueblo sufrido por todas las partes, un pueblo que está pagando una guerra desgarrante entre dos bandos, aferrados al poder como el náufrago a la tabla. Ignorando que el gran poder no está en la tierra. Un pueblo noble y hermoso que se asfixia ante tanta intolerancia y maledicencia. Hoy Juanes envolverá de alegría al pueblo cubano que para calmar su sed se le pondrá –lo más probable- pipas con agua y “líquido de freno” a precio estatal, que es muy barato. 

Pero observen un detalle, hoy, a su vez, un grupo de los “vivos”, y a la misma hora, en Miami, aprovecha la gran oportunidad que ofrece los desafueros de lo más oscuro de la…, y brinda un concierto en donde se romperán los discos de Juanes, se venderán, de seguro, miles de discos de Manolos y Manolitas, hamburguesas con servilletas de Juanes echado a los tiburones, camisetas de Juanes dándose un beso en la boca con Fidel Castro –eso sería genial,  Photoshop mediante-, y por qué no, botines con juanetes. “A río revuelto … -opinan los organizadores- … nos aliviamos un poco de esta importuna crisisita. Al fin y al cabo, la defensa es permitida… Y se van en paz respetando cada uno su frontera.

Para los que estamos educados en la misericordia, votamos por Juanes. Por su concierto en La Habana. Por su conducta coherente de entregar la Paz. Por los que desde el sufrimiento, sin murallas ni tendencias, abogamos por la renovación del género humano en el entendimiento del perdón y el amor. Porque la música, una vez más, sea embajadora de una nueva resurrección. Y porque nos da el deseo de hacerlo, aunque Lola la Chula y Pepe el Globero, no me inviten mañana a su boda de Coral Gables.

Ya lo sabe.