Yohandra Gómez Amaró.- Un trabajador de la Terminal de Ómnibus interprovincial, como de costumbre, visitó la unidad El Café, sito en la calle de San Carlos, en horas de la madrugada. Para su sorpresa se encontró con que el establecimiento estaba cerrado, había dejado de prestar servicio las 24 horas.
Recorrió la ciudad y en ningún otro lugar encontró la cafeína que calmara sus hábitos.
¿El comercio se quedó dormido?
“Anteriormente teníamos cuatro turnos rotativos, luego llegó la reducción de plantilla y solo quedaron dos brigadas. Sin embargo, debimos contratar dos custodios para proteger el centro y a ellos se les paga hasta nocturnidad sin producir dinero.
“El único sitio de su tipo en Cienfuegos era este, beneficiaba a empleados de la panadería, la Terminal, custodios y el SIUM. Las noches solían ser productivas, muchos se cuestionaron la decisión de la Empresa de Comercio y Gastronomía municipal de reducir el tiempo de labor a 12 horas”, afirma Caridad Vives, jefa de turno de la mencionada entidad.
máxima autoridad del sector en el municipio de Cienfuegos.
Puestas las cartas sobre la mesa, asaltan dudas. Con la decisión se ahorró la empresa 400 pesos en moneda nacional, según declararon los estudiosos del caso “El Café”, pero suponiendo que recaudaran 15 pesos cada noche dejaron de aportar 450 en un mes. ¿Por qué no ampliar las ofertas para atraer más clientes?
“Lo he hablado varias veces con los dependientes. No sé el motivo por el cual no venden café con chocolate, el cortadito o té (…) Deberían darle mayor uso al espacio, eso los ayudaría a ser rentables. Cerrar, reubicar, limitar… es fácil, lo difícil casi siempre es repensarse para no perder lo ganado”, dijo un lector.
En conversaciones con autoridades del sector, dijeron que ello no era posible, porque no contaban con los recursos para hacerlo y no podían desviarlo de otra actividad comercial para allí. ¿El comercio a nivel macro puede ser rígido? El hecho de vender el café a 1.20 MN atrae a la población, pues no todos tienen la posibilidad de pagarlo a precios más elevados en los puntos de venta particulares.
En Cienfuegos solo hacen nocturnidad tres cafeterías estatales pertenecientes a Comercio, dos de ellas en centros hospitalarios.
La Ruina, ubicada en el Prado, sería la tercera y no expenden el mencionado líquido. ¿No puede trasladarse a esta entidad el volumen de café correspondiente al horario de la noche del otro establecimiento en cuestión?
Las personas se vieron afectadas al limitar las prestaciones a un tiempo fijo, y no entendemos cómo, en vez de abrir más, Gastronomía cierra más. La posibilidad del consumo de alimentos y otras bebidas debería ser una constante en la mentalidad de quienes planifican, ordenan y distribuyen en esa esfera.
Entendemos que el Estado no siempre puede asumir servicios tan básicos como el de vender café, mas será peor tener la zozobra del que dejó de colarse por falta de gestión.
(*) La autora es estudiante de Periodismo. Tomado de “5 de Septiembre”. Colaboración de José Luis Rumbaud
