Ayer ocurrió la muerte de una persona especial, la Hermana de la Caridad del Cardenal Sancha Sor Sonia Hernández, ejercía actualmente como directora del Centro Educativo Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ubicado en Salcedo, provincia Hermanas Mirabal.

Apreciado lector,

En el complejo telar de la existencia, trenzamos el manto de nuestras vidas sin conocer el diseño intricado que el destino nos ha urdido. Caminamos por este mundo frágiles como finas hojas de papel, y la ilusión de invulnerabilidad nos envuelve como un manto sutil. ¿Qué más podemos hacer, sino seguir adelante con el paso incierto que nos depara el mañana? Tal es la naturaleza de nuestra humanidad.

Hermana Sor Sonia Hernández

Ayer conocí la muerte de una persona especial, la Hermana de la Caridad del Cardenal Sancha Sor Sonia Hernández, ejercía actualmente como directora del Centro Educativo Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ubicado en Salcedo, provincia Hermanas Mirabal.

Así como se ve en la foto, así era ella, irradiaba humildad. Discreta, diplomática. Manejaba los hilos de su gestión con suavidad y suma cautela. Sin perder la mano firme. Y siempre tuvo claro su propósito, la misión sanchina, que abrazó con devoción.

Fue un sueño hecho realidad observar cómo esos pequeños corazones, bajo su tutela, se moldeaban en la verdad cristiana. La vida para ella era un acto de servicio, y lo vivió con entrega total.

Las circunstancias que enmarcan su partida son un recordatorio de la fragilidad de nuestra existencia. Mientras viajaban hacia La Vega, un fatídico encuentro con la imprudencia de otro vehículo llevó al trágico accidente frente al Hospital El Pino. Un minúsculo instante de desatención arrebató la vida de la Hermana Sonia, dejando herido al conductor y a dos compañeras religiosas, quienes hoy yacen en camas de hospital.

Los colegios sanchinos han decretado un día de duelo en memoria de esta gran alma.

Que descanse en paz nuestra querida Hermana Sor Sonia, y que el Señor, en su infinito amor la acoja en sus brazos misericordiosos.

En su memoria, nos toca continuar forjando esos sueños y esperanzas que ella compartió generosamente con todos nosotros.

Con respeto y pesar,

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