Tras cuatro años de encarcelamiento injusto por cargos falsos “relacionados con el terrorismo” sólo por tuitear en favor de los derechos de las mujeres, Salma al Shehab por fin ha sido excarcelada en Arabia Saudí.

Salma sufrió abusos constantes a manos de las autoridades saudíes, incluidos 300 días de reclusión en régimen de aislamiento, negación de acceso a asistencia letrada y, en un momento dado, una condena absurda de 34 años de prisión. Aunque sentimos alivio por que finalmente Salma haya sido excarcelada de una prisión saudí y se haya reunido con sus hijos, ahora las autoridades saudíes deben garantizar que no se le impone la prohibición de viajar ni ninguna otra medida encaminada a silenciar su libertad de expresión, como las que sufren actualmente en Arabia Saudí muchas otras activistas de los derechos de las mujeres.

Desde que el año pasado se lanzó la campaña para apoyar a las personas detenidas injustamente en Arabia Saudí sólo por expresarse y defender los derechos humanos, miles de personas como han actuado y han mostrado un apoyo y una solidaridad increíbles. Ya sea firmando la petición que alcanzó las 100.000 firmas, compartiendo publicaciones en las redes sociales o participando en manifestaciones para exigir su liberación inmediata e incondicional.

La liberación de Salma se enmarca en una ola de excarcelaciones —que ha tenido lugar durante las últimas dos semanas— de personas detenidas en Arabia Saudí por expresarse en Internet. Aunque celebramos esta victoria, obtenida con mucho esfuerzo, seguimos pensando en las demás personas que permanecen detenidas injustamente por expresar sus opiniones en Internet, y en aquellas que han sido liberadas pero sobre quienes sigue pesando la prohibición de viajar.

No descansaremos hasta que todas estén en libertad, entre ellas Manahel al Otaibi, que cumple una condena de prisión de 11 años por unas publicaciones en las redes sociales en favor de los derechos de las mujeres, Mohammed al Ghamdi, condenado a 30 años de prisión por escribir tuits en los que criticaba a las autoridades, y Abdulrahman al Sadhan, a quien se le impuso una pena de 20 prisión por publicar tuits satíricos.

No se debe sancionar a nadie por expresar sus opiniones. Las autoridades saudíes deben poner a estas personas en libertad de inmediato.

Gracias de nuevo por alzar la voz en favor de las personas detenidas injustamente en Arabia Saudí.

Con esperanza,
El equipo de Arabia Saudí de Amnistía Internacional

Redactó Raysa White