Lin Qi / El Pueblo en Línea / Pekín.- A los 73 años, el estadounidense Donald Stone sigue siendo un ávido coleccionista de arte. Sus tesoros abarcan dibujos y grabados de maestros occidentales, como Rafael y Picasso, hasta antigüedades chinas de la dinastía Shang (c.16th siglo 11 aC). Esta colección la ha logrado materializar con su sueldo como profesor.
Stone se retiró en el 2006 del Departamento de Inglés de la Universidad Queens en Nueva York. Poco después, se convirtió en catedrático de inglés de la Universidad de Pekín.
Desde entonces, Stone ha donado cerca de 400 objetos de sus activos de arte al Museo Sackler y de Arqueología de la Universidad de Pekín. Este año, Stone planea donar más obras. Mientras tanto, mediante múltiples exposiciones, el apasionado coleccionista quiere mostrar las obras artísticas más importantes.
Esta novena exposición titulada “Dioses y Héroes” exhibe 55 aguafuertes y litografías originales que ejemplifica cómo los artistas occidentales adoptaron la tradición clásica en la creación. Incluyen un conjunto completo de la serie sobre bacanales del pintor francés Jean Honore Fragonard y seis aguafuertes de Georges Braque.
“Estos grabados son muy valiosos para la comprensión de la obra de estos artistas”, afirma Stone. “Las obras de Picasso y Braque, expuestas en el mismo espacio, ilustran cómo se desarrollaron en diferentes direcciones después de abandonar formalmente el cubismo. Picasso descubrió el arte clásico romano, mientras que Braque volvió al principio del arte occidental, a la mitología griega”.
La pasión de Stone por el arte comenzó en su adolescencia, cuando frecuentaba museos y compró tarjetas postales en subastas. Hace unos 40 años, comenzó a coleccionar seriamente mientras trabajaba en Londres. Stone caminaba la mitad del trayecto de la biblioteca a su casa y así ahorraba la mitad del precio del billete de autobús.
Un día, al pasar por el escaparate de una galería de arte, observó un dibujo de Giovanni Battista Tiepolo, pintor veneciano del siglo XIX. Por curiosidad entró y en ese momento fue que compró la primera obra de arte de su gran colección.
